El mercado de Ann Arbor –The Farmer’s Market- ha sido uno de los grandes protagonistas de mi aventura chocolatera. Y con toda su colorida sencillez, me ha hecho volver al principio, tomar un momento y ver agradecida que todo ha valido la pena.
Madrugar, congelarme, aprender técnicas de sobrevivencia para cuando se anuncian horas de clima inclemente, saludar, conocer gente, escuchar historias, observar, seguir observando, y escuchando, y admirando y emocionarme de estar entre este puñado de granjeros con años de venir con sus camiones, con sus manos gruesas, sus sonrisas trabajadoras, sus miradas viejas. Simple naturalidad que me lleva al punto de partida, que abre mis ojos a mirar y admirar. Que gente! Que suerte!!
Alex y Agnes con sus manzanas… “Alex, como haces la cidra de manzana?” “Fácil Maite, exprimo un montón de tomates”
Farmer John, sus huevos y su mañanero “good morning gorgeous”! Gary y su carne de búfalo “it’ll melt in your mouth”.. Denise, sus flores y su enorme simpatía.. Peggy por todos lados.. la buena de Carol cuidando al bueno de Richard… Grandma sus galletas y su espíritu fuerte… tantos, tantos mas….. que tanto tanto me han regalado!!